“El proyecto que sigue sorprendiendo”, así comienza Siebrig su relato, que ya no trabaja para Tumbador en Guatemala pero que sigue visitando el proyecto de forma regular. “A finales de julio estuve de visita por lo que por ahora fue la última vez en San Rafael Pie de la Cuesta, el pueblecito a los pies de la montaña con gente tan simpática.
He vuelto a Europa y he decidido tras dos años no regresar por el momento. Cada vez que visito el proyecto me sorprendo de cómo ha crecido y cuántas cosas han cambiado. Los horarios para el fisioterapeuta siguen estando llenos. Los terapeutas pueden negarse a atender a los niños si éstos llegan demasiado tarde o no vienen cuando tienen que venir, y dedicar esas horas a los niños que sí están a tiempo para la terapia para evitar perder tiempo.
De esta forma quieren estimular a los padres el que los niños sigan recibiendo terapia. Se prepara cada día una merienda sana y los niños reciben lecciones sobre cómo cocinar dos veces por semana. También se siguen dando las lecciones de educación física. Y para salir un poco del centro dan las clases a veces en el campo. Un par de profesoras dejaron de dar clase pero se encontró rápidamente un reemplazo. En este momento hay 16 personas trabajando en este proyecto. Por desgracia, no son todo buenas noticias. Tengo la historia, por ejemplo, de un niño que había nacido ciego de un ojo. Vino al centro de rehabilitación y nos dimos cuenta de que tenía problemas con el ojo sano. Se llevó al niño para todo tipo de pruebas y se invirtió dinero hasta que nos enteramos de que la madre había estado dos años antes en la consulta de estos doctores. Su hijo había tenido una infección en el ojo y necesitaba hacerse unas pruebas a las que ella no le llevó. Como resultado el niño está ciego de ambos ojos cuando se podría haber evitado. Triste historia…que por desgracia ocurre y seguirá ocurriendo. En cualquier caso, estamos seguros de que Lidia, Merlin, Rafael, Martita y todos los colaboradores harán todo lo que esté en sus manos para que el mayor número posible de niños con algún tipo de minusvalía, para darles las oportunidades que ellos se merecen. Por el momento no regresaré para ver cómo va el proyecto pero lo llevaré para siempre en mi corazón.”