Ayacucho y San Miguel (Perú)

Ellen Van Hoeydonck partió en septiembre rumbo a Perú para trabajar allí durante un año como voluntaria. Después de tres meses allí nos cuenta cómo ha sido la experiencia hasta ahora:

¡Hola a todos los lectores del telegrama! Ya llevo aquí tres meses y os puedo decir que el tiempo vuela. Una cuarta parte de mi tiempo aquí ya ha pasado. Todo empieza a tomar forma poco a poco. Las primeras impresiones se han convertido en rutina diaria. Eso no quita que cada día experimente algo nuevo o me quede boquiabierta del asombro. El trabajo en el centro es muy variado. Durante las últimas semanas he preparado mi primera lección sobre “el desarrollo normal del niño”, he dirigido a Naty (la fisioterapeuta más joven del equipo) durante las terapias, he dado terapia yo misma y he hecho joyas para la tienda. La gran variedad y la motivación de todo el personal hace que el trabajo sea muy agradable. He de admitir que poco a poco me quedan claro las diferencias culturales y que hace falta un enfoque distinto de las cosas. Todo va mil veces más despacio aquí. El lema es “si no es hoy, será mañana”. Y es complicado a veces para una estructurada chica belga como yo. Pero esto hace que el reto sea aún más grande. La semana pasada fue el día de los derechos del niño. El equipo y los niños del albergue estuvimos en un mercado con todas las otras instancias en Ayacucho que trabajan con niños.

Katrien y Katrijn presentan a dos pacientes del centro Wasi Esperanza en Ayacucho. A Azul se le pudo ver durante la presentación a través de Skype en el décimo aniversario de Tumbador, mientras Mayra, nuestra fisioterapeuta, le trataba. Emilie también habló sobre la evolución de Jon…

Os presentamos a…AZUL

Cuando vemos la cara de Azul, nos preguntamos:
¿existe niña más feliz? Es increíble cómo consigue emocionarte con solo mirarle. Es una auténtica experta en el arte de disfrutar de la vida. Desde hace poco metemos a Azul cada mañana en una caja de cartón. A lo mejor parece una locura, pero de esta forma puede sentarse sobre la alfombra con los otros niños sin necesidad de ayuda. A ella le encanta y con sus ojitos lo controla todo desde dentro de la caja. Azul es toda una luchadora. Como Katrien dice: el querer es ya la mitad de poder.

El equipo completo de Ayacucho, incluyendo a la nueva voluntaria Ellen, se fue de excursión un día a San Miguel. Ellen nos lo cuenta:

Nuestro objetivo del día era sensabilizar a la población local. Habíamos quedado a las 7 de la mañana en punto, pero al tratarse de Perú, no partimos hasta pasada una hora más. A la llegada nos esperaban padres y pacientes, quienes nos recibieron con globos y pancartas para comenzar nuestro paseo por San Miguel. Nuestro destino era la Plaza de Armas, donde todo el mundo recibió una bebida refrescante.